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Publicado: diciembre 24, 2024
El consumo de alcohol al volante continúa siendo una de las principales causas de infracciones graves en las carreteras costarricenses. Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), seis de cada diez conductores interceptados por esta conducta son denunciados penalmente ante la Fiscalía.
Más de 500 conductores procesados en seis meses
Durante el primer semestre de 2023, un total de 800 conductores fueron detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol. De ellos, 528 enfrentaron denuncias penales tras superar los límites establecidos en la Ley de Tránsito.
Roy Núñez, representante de la Sección de Delitos contra la Integridad Física y Tránsito del OIJ, explicó que los infractores no solo enfrentan cargos judiciales, sino que también sufren sanciones directas, como la pérdida de seis puntos en la licencia. Esto implica la obligatoriedad de realizar nuevamente el examen de manejo para recuperar su validez.
La ira al volante: un riesgo adicional
Además del consumo de alcohol, las autoridades han detectado un aumento en los incidentes de violencia vial, donde los vehículos son utilizados como armas en altercados entre conductores.
“El arrojar el vehículo contra una persona o contra otro automóvil por un conflicto en carretera puede derivar en una acusación penal, incluso por tentativa de homicidio”, advirtió Núñez.
Aunque las autoridades judiciales aún no cuentan con estadísticas específicas sobre este tipo de incidentes, reconocen que representan un problema creciente en el comportamiento de los conductores.
Sanciones y prevención: un llamado a la conciencia
Las cifras y las advertencias de las autoridades evidencian la necesidad de fortalecer las campañas de educación vial, así como los controles en carretera para reducir los riesgos asociados al consumo de alcohol y la violencia al volante.